En septiembre de 2016, los miembros de Arrasate Zientzia Elkartea (AZE), con la estrecha colaboración de los arqueólogos Iosu Etxezarraga y Xabier Alberdi, del Museo de la Minería del País Vasco, desenterraron una antiquísima haizeola u horno de ferrería por aire, en la ladera norte de Anporreta, en el paraje conocido como Iturritxipi.
Convencidos de su gran valor arqueológico e histórico, además de que constituye un importante eslabón en la ardua tarea de destapar más datos sobre la actividad metalúrgica que la villa desarrolló en su pasado, los investigadores enviaron algunas muestras de carbón a Miami, concretamente al laboratorio especializado Beta Analytic Radiocarbon Dating Laboratory. Los resultados de esta datación ya están listos, y demuestran que con una probabilidad del 95% los restos analizados se sitúan entre los años 1020 y 1160.
Y si estos restos corresponderían a las últimas coladas realizadas en esta haizeola, y si este horno se abandona en el siglo XI, surge enseguida la inevitable pregunta: ¿desde cuando estuvo en funcionamiento? Lamentablemente y de momento, no hay una respuesta fiable a esta pregunta. No existen ni pruebas documentales ni arqueológicas que nos puedan sacar de dudas.
La haizeola de Anporreta, por lo tanto, es anterior a la tecnología hidráulica que más tarde se implantaría en las numerosas ferrerías que poblaron el núcleo urbano de Mondragón.
Según nos dicen los arqueólogos Etxezarraga y Alberdi, esta haizeola es la “mejor conservada de Gipuzkoa”, y este yacimiento guarda semejanzas con los relevantes hornos metalúrgicos encontrados en territorio vizcaino, si bien el de Arrasate, de menor tamaño, “tiene cien años más que los más antiguos que se han hallado en Bizkaia.
Si quieres ver una representación en 3D de esta haizeola, pincha aquí.
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