Historias del tren (4) El Vasco-Navarro y su impacto económico en nuestro valle
By Alfonso Donnay - martes, julio 24, 2018
A partir del 31 de diciembre de 1967, el tren Vasco-Navarro (una obra que fue considerada modélica en su concepción y ejecución), se convirtió en chatarra al mejor postor, sin que se hiciera un estudio de rentabilidad serio, que justificase su cierre.
El tren, con centro en Gasteiz, enlazaba con Guipúzcoa a través de Malzaga y llegaba hasta Oñate a través del ramal de San Prudencio y por el lado contrario, se introducía en Navarra con la línea Gasteiz-Estella.
La importancia desde el punto de vista económico, que tuvo el tren para nuestro valle, no deja lugar a ninguna duda.
En un tiempo en el que los coches y autobuses eran una excepción, con unas infraestructuras que dejaban mucho que desear, para nuestras empresas y los habitantes del valle, el tren era un medio de transporte imprescindible y poco contaminante.
La conexión por el norte en Malzaga y por el sur en Gasteiz, con el resto de la red de los Ferrocarriles de vía Estrecha (F.E.V.E.), sacaron a nuestro valle del aislamiento al que estaba sometido.
Los productos fabricados, se distribuirían con mucha más facilidad y mucho más rápido y las materias primas que necesitábamos para fabricarlos, nos llegarían con mayor celeridad. El tren era capaz de transportar 500 toneladas de carga en un solo viaje.
La gente ganaría mucho en movilidad. Ir a Gasteiz de compras, de negocios o a estudiar; ir a la playa de Deba o a Eibar, Donosti o Bilbao a pasar el día, iba a ser mucho más fácil.
Cuando en 1889, quiebra la empresa inglesa que se fundo expresamente para la construcción del ferrocarril (The Anglo-Vasco Navarro Railwail Limited), los sueños de muchas empresas de nuestro valle se desvanecieron. La construcción del tren se había parado en Gatzaga, pasaba el tiempo y las obras seguían paralizadas. Tras varios procesos de licitación que quedaron desiertos, el Estado, intervino las obras en 1897.
Se necesitaba dinero para continuar las obras. La llegada del tren era tan vital, que la Unión Cerrajera en el año 1906, tomo el acuerdo de contribuir con 10.000 pesetas anuales, durante 10 años. Incluso en 1912, la Cerrajera se prestó a pagar el tramo que unía sus fábricas de Arrasate y Bergara.
Los pueblos por los que iba a pasar el tren, ante la falta de dinero, tuvieron que contribuir a hacer caja. Al Ayuntamiento de Arrasate, le toco contribuir con 160.000 pesetas, y para recaudar este dinero, puso un impuesto al vino y a las bebidas alcohólicas de alta graduación.
En septiembre de 1914, se reanudaron las obras y el 15 de febrero de 1918, se inauguro el tramo Eskoriatza-Arrasate.
El 3 de septiembre de 1919, tuvo lugar la inauguración oficial y la bendición del tren en Bergara. El banquete inaugural, con la presencia de Eduardo Dato, tuvo lugar en las oficinas de la Unión Cerrajera en Arrasate.
En plena Guerra Civil (1938), se electrificó la linea. Con esta obra se convirtió, si no lo era ya, en la mejor línea de vía estrecha del estado.
Desde su puesta en marcha y hasta su desaparición, el Vasco-Navarro fue un motor imprescindible para el desarrollo de nuestro valle.
El gobierno de la época, decidió apostar por la carretera. Dejo poco a poco que el tren fuera muriendo y de un día para otro, nuestro valle retrocedió 50 años.
Muchas empresas se vieron obligadas a cerrar y en la calle quedaron los ferroviarios, muchos de ellos con indemnizaciones irrisorias que tuvieron que reinventarse para sacar adelante a sus familias.
Muchas empresas se vieron obligadas a cerrar y en la calle quedaron los ferroviarios, muchos de ellos con indemnizaciones irrisorias que tuvieron que reinventarse para sacar adelante a sus familias.
En próximos artículos, analizaremos las reacciones institucionales y sociales que se produjeron a partir del 1 de enero de 1968.
(Para la confección del presente post, hemos utilizado fundamentalmente artículos periodísticos de la época y el libro "Ama Cerrajera" (Jose Mari Velez de Mendizabal, Jose Angel Barritiabengoa, Juan Ramon Garai).
